Lámpara de Estribor Miller

FAROL DE ESTRIBOR DE MILLER & SONS

El sol se oculta bajo la línea del mar y le sorprende un frío pegajoso al darse cuenta que tiene la camisa empapada. Es una sensación incómoda que se atenúa ante el abigarrado espectáculo del anochecer en el trópico. Echa de menos la masía, tan lejana. Oye el chapoteo quedo de los remos y siente la marcha suave con que la tripulación empuja el bote. La proa corta la piel del agua que se va volviendo negra y comienza a oler a mar. Todas estas sensaciones han vuelto de forma súbita, como traídas por la noche. Tiene la impresión de haberse despertado, bruscamente, de un sueño terrible. De una pesadilla donde el atronar de estampidos acallaba los gritos de los superiores y silenciaba su propia voz. Un estruendo casi sólido, entre el humo acre de aceite pesado y azufre que le cegaba y cauterizaba la nariz con el inconfundible olor a pólvora. De repente, las luces de posición de un barco que los enfila y el corazón se le encoge ante la visión del fantasma. No se percibe ni el más leve cabeceo en la arboladura, porque parte de la obra muerta yace bajo el agua, en el mismo lugar donde lo habían echado a pique esa misma mañana, siguiendo las órdenes del almirante Montojo. Abrieron las válvulas de fondo y el agua salada entró a borbotones, saltando mamparos e inundando el casco del crucero "Isla de Cuba". Mientras los demás tiraban al mar los cierres de los cañones inutilizándolos, él, como oficial de derrota, recogía los libros de claves, la bitácora, las cartas, los instrumentos de navegación, las insignias y la bandera. Los otros botes se dirigieron al polvorín, pero él, gobernó el suyo hacia la tierra más cercana, al abrigo del propio barco de guerra que se iba posando suavemente en el fondo.
Sin romper el silencio, lo abordaron por la amura de estribor, él no quería que las luces atrajesen al cañonero Petrel, cuyos reflectores rasgaban la oscuridad, barriendo la bahía. Sus hombres descolgaron las tres luces, que habían permanecido encendidas desde la noche anterior a la batalla; las apagaron y echaron los faroles al fondo del bote, poniendo rumbo a Manila.


De cómo este farol llegó a manos de D. Enrique García Dacal, el último gobernador militar de Abra (Filipinas), poco podemos saber. Lo único cierto, es que lo encontré en la tienda de antigüedades Millan, en la ciudad de Cadiz, al SE del baluarte de la Candelaria, el mismo que avistó el "Isla de Cuba", al salir de la bahía para emprender su último viaje como buque español. El establecimiento, lo lleva la hija de su fundador, con juventud y firme entusiasmo, aunque no escapa a la mirada atenta del padre, que observa desde el puente de mando, como buen marino. Ambos, fabulan sobre los objetos que colman el local, porque saben que, sin historia, las antigüedades no son más que objetos viejos o chatarra dignificada. Creencia que comparto con Ezca Winston, aunque, en este caso, la historia también es inventada.


A pesar de que el farol coincide en dos importantes características, con el crucero "Isla de Cuba" (los dos fueron construidos en Inglaterra y ambos para España), lo más probable, es que el farol perteneciese a un vapor desguazado, tal vez en los astilleros de Cadiz. También, es posible, que se retirase por haberse vuelto obsoleto, para ser sustituido por un elemento de iluminación con la óptica y el sistema de alumbrado más modernos.

MILLER AND SONS

La compañía Miller & Sons, se funda en 1835 y su sede será el 179 de Piccadilly, en Londres, hasta la primera década del siglo XX. Dicha fundación se hará en base a un negocio previo, donde existía una patente de mechas de lámparas y el vínculo con la compañía del hermano del fundador. Dicho hermano, era armador naval y refinaba esperma de ballena para alumbrado. En este contexto, no es extrañó que se dedique a la fabricación de lámparas de barco.


Tal vez, las primeras lámparas fabricadas fuesen como la de la fotografía, cuyo tamaño alcanza los 40cm y que presenta la misma placa que el ejemplar de la colección. Sin embargo, en el Catálogo Ilustrado de la Great Exhibition of the Works of Industry of all Nationscelebrada en Londres en 1851, la casa Miller & Sons, presenta sus " Patent Admiralty regulation lights: bright light at the foremast head, green light on the starboard side, red light on the port side, to be used when under weigh." Aportando una ilustración donde se perfilan las formas de las que serán a partir de entonces, las luces de navegación entendidas como tales:


Puesto que las directrices para las luces de navegación de la Trinity House datan de 1840, la asunción por el parlamento británico es de 1846 y en España, la legislación, en esta materia, se sitúa en 1863, se puede afirmar que estos modelos son pioneros. Sin embargo, apenas existe constancia de este tipo de lámparas fabricadas por Miller, sí de algunos elegantes candeleros de camarote:


Lámparas de viaje de bosillo:


Lampistería funcional o elegante, de combustible o eléctrica:


La empresa desaparecerá en la primera década del siglo XX, después de diversas disoluciones. De refinar petroleo y fabricar lámparas, terminaran, incluso, realizando instalaciones eléctricas, como se puede comprobar en este anuncio de 1901.

EL FAROL QUE SÍ PERTENECE A LA COLECCIÓN


La placa de la marca, presenta el león y el grifo, típicos del escudo de Inglaterra. El texto Miller´s Ship signal lamp; 179 Piccadilly, London. La orla superior es ilegible.



Podemos suponer, que este farol trata de esa primera época, sobre la mitad del siglo XIX.


De hecho, en aquella época, los faroles Miller´s and sons, eran populares entre los navegantes. Así, en el segundo volumen de "Hut´s Yacthing Magazine" (1853), al hacer la reseña sobre el libro "Universal Yacht signals" de George Holland Achers y hablando de las señales nocturnas, el articulista sentencia que no van a decir nada más, salvo que "these lanterns can be obtained at Miller´s, 179, Piccadilly..." 



En la cara donde iría sujeto al barco, ha desaparecido el enganche. El que solo estuviese anclado por un remache o tornillo hace pensar que iba firmemente apoyado. La puerta de acceso, presenta una ventanilla para controlar el estado de la llama y cerrojo (algo habitual en los primeros faroles). La palabra estribor, indica que fue usado en un buque español o de bandera hispanohablante. Tal vez fuese puesta por el mismo astillero o, lo más probable, por un intermediario de suplidos navales.


El cristal es una lente en dos partes unidas por un perfil metálico. Es muy probable que, en la época que se fabricó este farol, las lentes dióptricas (tipo fresnel), aún no fuesen muy comunes y se reservasen para los faros. Lo normal es que los primeros cristales fuesen lisos o abombados. Sin embargo, en este caso hay una lente frontal, la de la dercha, que es más o menos plano-convexa y otra, que combina una parte dióptrica con una más o menos catadrióptica. En ellas se lee Miller Patent London. Dicha patente, es posible que se refiera a este sistema óptico.

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